En el Hospital vieron células inflamatorias en líquido cefalorraquídeo. Como se sospechaba de una enfermedad autoinmune, se le dieron sesiones de tratamiento con corticoides y ganmaglobulinas. No hubo una mejora significativa, aunque yo noté "un paso hacia delante". Pudo ser una coincidencia.
Durante el tratamiento había una sala infantil donde pasábamos ratos jugando con él. Allí empezó. Lo tenía cogido papá y me miro a la cara cogió una pelota y me la intentó tirar. Así que nos pusimos papá y yo con él. Papá se ponía detrás de él y le ayudaba a cogerla y tirarla.
Al principio a Sergio le costaba mucho cogerla a la primera y tirárnosla a las manos.
Mientras Herminia hacía gimnasia rítmica pasé mucho tiempo con él jugando a la pelota. A Sergio le gusta mucho ver cosas rebotar caer y rodar por rampas. Así que para aprovechar sus preferencias pasábamos algún rato tirándola a la pared por turnos (también lo hacían en el gabinete para que aprendiera a esperar).
También jugábamos así: él se ponía en lo alto de una escalera y me la tiraba hacia bajo donde yo se la recogía y se la tiraba arriba de nuevo. Eso le encantaba, podíamos pasar horas así.
Hoy con 5 años Sergio está hecho un experto y es capaz de jugar a la pelota en grupo (al menos con la familia siempre). Les enseño un video donde se ve. En este video se ve como de paso aprovechamos para practicar su comprensión verbal con las personas de la familia... a su hermana la reconoce muy bien.
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