Pasado el tiempo, ahora sé que los signos clínicos de autismo de Sergio comenzaron de forma muy leve con 15 meses de edad.
Sergio comenzó a babear, cosa que antes no hacía, de manera permanente. "Seguro que son los dientes" decía todo el mundo.
Además comenzó a olvidar alguna palabra que ya decía de manera rutinaria, aunque aprendía otras y por eso no me preocupé demasiado por eso.
Comenzó a tener signos leves de "dispersión y falta de atención". Lo notaba especialmente cuando iba al parque.
Yo con Herminia, siendo muy pequeñita, cuando veía que se alejaba de mí, estando en sitios seguros, aprovechaba para esconderme y que ella se viera sóla y sintiera la necesidad de saber donde estaba. Con ella fue muy fácil conseguir así que no se separara de mi lado en sitios públicos.
Pero cuando Sergio tenía unos 16 meses comenzó a irse de mi lado estando en sitios abiertos, sobre todo en parques, sin mirar para atrás, sin buscarme. No funcionaba nada con él. Así que con dos niños pequeñitos, la única solución que vi para mantenerlos juntos era jugar con Herminia a "pillar a Sergio" cuando no conseguía entretenerlo con alguna cosa... lo más fácil para mí habría sido dejar de ir al parque... pero algunas madres somos así de cabezotas... y si no que se lo digan a mi marido. jejeje.
Fuí al pediatra de manera rutinaria y aproveché para preguntarle sobre la forma de babear de Sergio. Él me dijo que Sergio tenía la típica postura de la cara de un niño con amigdalitis (las vegetaciones) muy desarrolladas (babeando con la boca abierta) pero habría que esperar un tiempo, pues era muy pequeño para ver si hacía falta o no operarlas.... pues a esperar tocaba.
También me dijo que probablemente eso hacía que oyera "como si estuviera debajo de una piscina" y esa era la causa de que estuviera dejando de decir algunas palabras... eso me tranqulizó bastante. Con una pequeña operación estaría solucionado, que bien.
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