sábado, 1 de junio de 2013

El largo y fatigoso proceso de la autonomía para hacer pipí y caca en el baño.

Escribo esto porque he visto que es una de las entradas que más se visita en mi  blog y porque lo entiendo, pues es una de las cosas que más nos traen de calle a los padres de niños con autismo.

Yo lo he conseguido, pero no puedo decir que de forma definitiva ni estruturada. Sergio tiene autonomía para ir al baño, pero no se limpia bien todavía cuando hace su caca y hay que estar atentos. Además no le he quitado el pañal de noche, pero casi siempre se levanta con él seco y se lo quita para ir al baño. Se lo mantengo puesto porque al tener diabetes, cuando se le sube el azúcar de noche se le puede escapar, y por "comodidad". Después de haber pasado por tanto volver a hacer cambios bien merece un respiro.

No obstante quiero contarles como he conseguido algunas cosas para ayudarles en lo que esté en mi mano a los padres que estén empezando con este tema.


A los dos años comenzamos en serio lo de quitar el pañal. Nuestra táctica consistía en "crearle la necesidad de hacer pipí", así que cada media hora lo metíamos en la bañera y le mojábamos los pies con agua fría. Entonces Sergio hacía pipí por el frío que sentía en los pies y en ese momento le decíamos "mira! pipi! psssss!"

Fuimos distanciando ese tiempo a una hora e incluso a hora y media. Si veíamos que tenía algún accidente volvíamos a acortar el tiempo y así lo fuimos consiguiendo.

Hubo un problema al pasarlo al water, porque él lo asociaba a la bañera. Y al principio no quería sentarse. Esto lo conseguimos a base de insistencia. Siempre antes de la bañera tocaba water. Y al sentarse decíamos "pipí!, psssss!"

Fue un verano intenso, pero lo conseguimos antes de comenzar en tres años de infantil. Era necesario para poderlo mantener en un centro ordinario. Pero al comenzar el curso tuvimos que volvérselo a poner por prevenir, pues no lo pedía (claro, no hablaba), y había que llevarlo cada cierto tiempo. Pero las profesoras se lo quitaron pasado un mes del curso porque vieron que era fácil con él. Aguantaba bien hasta una hora y media sin ir. Tuve muuuucha suerte con mis profesoras. Otras habrían dicho que el niño lo tendría que pedir.

La caca fue más difícil. Pero tuve la suerte de que siempre esperaba para estar en casa para hacer caca. Aunque no la hacía en el baño. Pero casi nunca se la hacía en la calle o en el cole. Creo que sólo hubieron tres accidentes. Aunque en casa había que estar siempre muy atentos y tengo que reconocer que hubieron unos cuantos accidentes no muy agradables de contar.

Desde que lo veíamos hacer fuercita lo sentábamos en el water y decíamos "caca clonck!!" y eso le gustaba. No era un situación desagradable para él, era un juego. Ya va solito siempre que tiene ganas, tanto a hacer pipí como caca. Aunque hace unos meses que hace un poco el ritual al revés y le da al botón de la cisterna antes de sentarse, jajaja, pero esos son males menores y temporales, fáciles de solucionar.

Les dejo algo de material que hice y usé para conseguirlo.



Y después vino un trabajo más estructurado con Teté y Vane, que es esa otra entrada que ven tanto. En esta entrada también pueden ver material de otros padres y profesionales como Anabel Cornago y Amaya Padilla y ARASAAC. Les pongo el enlace aquí.

Hacer pipí y caca (Sergioescapaz)





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